Rodrigo Soto Moreno
Desde hace algunos años he venido escuchando sobre una transformación de la economía mundial, en donde estamos dejando la manufactura para trasladarnos a una denominada “mentefactura”, donde impera la velocidad de nuestra tasa de procesamiento neuronal, buscando que surjan ideas creativas para revolucionar cierto mercado.
En este tenor hablamos de una economía sustentada en el conocimiento, donde la moneda de circulación sean las ideas, estimulando a la población en general para incorporarla a lo que sería una sociedad del conocimiento, donde cada ciudadano sea un medio masivo de información para la divulgación científica y tecnológica, con miras a que sus momentos eureka se consoliden en la práctica con la innovación correspondiente.
La tarea no es sencilla, como lo comenta la Academia de Ciencias de Bulgaria, pero esa es la meta de acuerdo a su documento: “Strategic Goals and Priorities of the Bulgarian Academy of Sciences”, para incorporarse a uno de los paradigmas más recientes de la Unión Europea: “crecimiento económico, empleo y competitividad en una economía basada en el conocimiento”.
Al inicio del documento mencionado, se nos dice que este país ha experimentado cambios radicales para la democratización de su sociedad y la transición hacia una economía de mercado con apertura mundial, pero sobre todo con esfuerzos considerables para su integración total con la Unión Europea (UE), al construir una economía y sociedad a la par con las tendencias y procesos a nivel global.
Uno de los principales retos, detectado por esa academia de ciencias búlgara, es construir la infraestructura necesaria, sobre todo aquella para impulsar el crecimiento del capital humano que genere innovación tecnológica, con el objetivo de reestructurar la economía, aumentando la competitividad mundial, pero sin olvidar la base del conocimiento de la ciencia básica.
Aunado a todo esto, la Academia de Ciencias de Bulgaria tiene también claro analizar las necesidades del mercado local, nacional y mundial, para a partir de ello, definir las áreas y prioridades específicas en materia de política científica requerida, combinando entonces un enfoque que tome en cuenta las tendencias del país búlgaro, las tradiciones socioeconómicas, la infraestructura del país, el potencial de su recurso humano, de forma conjunta con la vinculación de la investigación, y su aplicación a las necesidades de las empresas, pero sobre todo a las de la sociedad.
Esto último resulta muy importante para la política científica y tecnológica de Bulgaria, pues como ellos mismos señalan, el objetivo fundamental de todo el trabajo en materia de investigación científica, es contribuir a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, buscando siempre reducir la brecha de los que más tienen versus los que menos, en cuanto a ingreso per cápita se refiere, incidiendo directamente en la calidad de vida de todos sus habitantes.
Dentro de este contexto, Bulgaria continúa con la directriz establecida por la Unión Europea en cuanto a que se requiere aumentar el número de investigadores científicos y tecnológicos y cumplir con el objetivo de destinar un 3% del PIB a ciencia e investigación y desarrollo para el 2020. Incluso en el Reporte de Investigadores 2013, realizado por la UE, se afirma que de no contar con el aumento necesario de científicos, entonces se pone en riesgo la capacidad de Europa para mantenerse en la competencia global, generando conocimiento y empleos derivados de la innovación al ponerse en práctica las ideas creativas de los científicos y tecnólogos.
Un aspecto muy importante en cuanto a la ruta científica marcada por la UE, es la necesidad de que las mujeres tengan las mismas oportunidades y condiciones de empleo atractivas en el área de ciencia y tecnología, logrando que sea el mérito la principal variable en la toma de decisiones para determinar quién sube un peldaño de la “escalera científica y tecnológica” dentro de la Unión Europa y particularmente en este país al que hacemos mención en este breve escrito.
También resulta crítico para Bulgaria abrir sus fronteras y permitir la movilidad para que jóvenes científicos y tecnólogos puedan realizar su investigación o incursionar en su aventura educativa a nivel profesional; esto implica también ofrecer programas de doctorado y postdoctorado de calidad y con vinculación directa a centros de investigación. En este punto es necesario recordar el dato de Jonah Lehrer, en su artículo titulado: “Cultivating Genius”, publicado en la revista Wired, donde se manifiesta la importancia de incrementar en un 1% el número de inmigrantes con grado académico universitario, lo que se traduce directamente en un incremento entre el 9 al 18 por ciento en la producción de patentes.
Es por ello que la Academia de Ciencias de Bulgaria se describe como una institución científica líder de su país y con reconocimiento internacional, pero sobre todo con la meta concreta de construir una sociedad basada en el conocimiento, con gran participación propositiva en la investigación e innovación dentro de la Unión Europea.
Por lo anterior, la Academia de Ciencias de Bulgaria está cierta que para lograr satisfacer las necesidades de la sociedad, así como impulsar el crecimiento económico bajo el progreso intelectual, todo esto alineado con los propios objetivos de la Unión Europea y de la globalización, se requiere de la organización de la investigación científica del país, consiguiendo entonces:
a) Alto nivel de investigación científica.
b) Investigaciones interdisciplinarias.
c) Competitividad a escala global.
d) Aumentar la confianza de los ciudadanos búlgaros.
Para lograr esta tarea, la Academia de Ciencias de Bulgaria se centrará en dos estrategias clave:
1. Incrementar los recursos destinados para la investigación científica en Bulgaria, combinando la eficiencia en la utilización de los mismos.
a) Lograr destinar el 1% del PIB de Bulgaria para investigación científica, además de hacer más eficiente ese gasto, para lograr una investigación científica de calidad.
b) El estado de mantener su rol preponderante en cuanto a proveer los fondos necesarios para la investigación científica.
c) El incremento en estos fondos de investigación científica, debe ir acompañado de la introducción de modelos de financiamiento que promuevan la competitividad y el desarrollo.
2. Optimización de la estructura de la Academia de Ciencias de Bulgaria y sus campos de investigación científica.
a) La ciencia debe ser el principal factor de transformación para lograr una economía y sociedad basadas en el conocimiento.
b)La infraestructura y el potencial científico deben estar orientados hacia los objetivos de investigación de la Unión Europea.
Por último debemos señalar que si bien estas metas, estrategias y objetivos resultan muy importantes, un aspecto clave para lograrlos es iniciar con la conocida divulgación de la ciencia y la tecnología hacia todos los nichos de mercado de Bulgaria; es decir, abarcando a los especializados como los científicos e investigadores, así como para la formación de capital humano como estudiantes de maestría y doctorado, al igual que profesores; pero sobre todo a estudiantes de nivel medio y medio superior, especialmente a los niños y al grueso de la población, porque solamente así es como se puede aspirar a una verdadera sociedad del conocimiento.