La bondad y cooperación animal

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Rodrigo Soto Moreno

En su momento hemos dicho que la justicia de la naturaleza es cruel, desde cierto punto de vista, sustentada desde la perspectiva de la supervivencia del más apto, particularmente cuando vemos a un cazador obtener su presa y devorarla, pero de esta forma también se justifica porque ese depredador tiene que comer algo, sino muere y que en esa despiadada lucha por sobrevivir no existe pacto alguno, sino la premisa de que la presa debe correr más rápido que el carnívoro o de lo contrario será plato de comida para este último.

Esa frialdad con la que se nos ha mostrado el reino animal y de donde muchos se han justificado para validar sus acciones, en donde la premisa dominante es que nos dominó la parte animal, puede cambiar debido a nuevos estudios presentados en el “Proceedings of the National Academy of Sciences” por parte de Victoria Horner, J. Devyn Carter, Malini Suchak y Frans de Waal del Centro Yerkes para la investigación de primates de la Universidad de Atlanta.

Eric Michael Johnson expone los resultados de la conclusión de los estudios de forma muy atractiva, pues aludiendo a la reciente película del “Planeta de los Simios”, se ha determinado que los chimpancés prefieren compartir una comida que iniciar una revolución en contra de la raza humana.

El estudio en cuestión fue de la siguiente manera: se tenían a dos chimpancés y dos jaulas, estando cada primate en una jaula por separado, pero se podían ver a través de una malla metálica. A continuación se le presentó a uno de los chimpancés, una caja con 30 monedas, la mitad de un color y la mitad de otro, por ejemplo verde y azul. Cuando el chimpancé entregaba las monedas verdes, al experimentador recibía una recompensa individual de comida, mientras que cuando entregaba las de color azul, ambos chimpancés obtenían comida. Es decir, no importaba la selección del primate que tenía las monedas, pues con ambas decisiones él salía ganando con su premio de comida.

Para este estudio se contó y experimentó con 21 pares de chimpancés, bajo las mismas condiciones antes descritas y repitiendo el experimento 3 veces por cada pareja. Lo sorprendente es que en su mayoría los chimpancés decidieron utilizar las monedas azules que le daban de comer tanto a él como a su vecino en la jaula contigua.

De acuerdo a los investigadores que diseñaron y participaron en el estudio, cuando a los chimpancés se les presentó la opción de cooperar o ser codiciosos y avaros, ellos optaron por la bondad cooperativa para que se dieran el beneficio en común y el mejor arreglo de opciones para que nadie quedara sin premio y por ende sin alimento.

Otros científicos piensan que los chimpancés, así como otros primates como los bonobos, quienes comparten un 99.3% de genes con los seres humanos, presentan grandes despliegues de altruismo por el simple hecho de sentirse satisfechos en hacerlo.

Ejemplos de lo anterior han sido documentados por Brian Hare y Suzy Kwetuenda en el Congo y también por Alicia Melis y Michael Tomasello, en donde los chimpancés son capaces de sortear una serie de obstáculos y poner su vida en riesgo cuando se trata de ayudar a otro de su grupo y especie que no puede alcanzar un poco de comida o no puede valerse por si mismo para alimentarse o ponerse a salvo.

Ante las líneas superiores, me resulta sorprendente que unos animales que están emparentados con nosotros, en más de un 90%, vengan a ponernos ejemplos de bondad cooperativa en el supuesto frío mundo animal, donde debe sobrevivir el más fuerte y el más apto. Ellos, tal vez, comprenden que deben procurar trabajar en grupo y en sociedades cooperativas buscando el beneficio en común, para que de esa forma puedan garantizar su supervivencia y continuar, como hemos dicho, con el camino evolutivo que les compete.

Recordemos que en este mundo y ante los bruscos cambios en el esquema social de nuestro país, si queremos prevalecer, debemos aprender a trabajar en conjunto, reparando en tejido social con acciones benéficas para la mayoría y cada quien cooperando en su pequeño o grande círculo de acción e influencia, bajo el conocido marco ético de comportamiento. Dar la mano, de vez en cuando, no está de más…

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