Si escucháramos los mensajes del gobierno, pareciera que vivimos en un país donde no pasa nada y realmente somos muy afortunados por todas las decisiones que toman los políticos que tenemos.
En este tenor me sigue sorprendiendo la importancia que le damos a la parafernalia, al protocolo de la maquinaria política, así como a la estrategia maquiavélica que se encuentra en el poder, sobre otras tareas importantes como puede ser la divulgación de conocimientos científicos y tecnológicos, tarea que puede parecer muy tediosa y cansada por la falta de mecanismos y medios en los que se difunde, convirtiéndose en una tarea similar a la de Sísifo, que pudiera ser interminable y desgastante.
Entonces no hemos aprendido o no recordamos que el avance la civilización humana se ha sustentado en los pilares del conocimiento y en aquellos científicos y tecnólogos que han logrado grandes revoluciones en la concepción que tenemos del universo y en la forma en que se nos ha facilitado la vida con la tecnología.
Aunado a esto pienso que los medios masivos de comunicación, especialmente la televisión, se han dedicado a distraernos, aletargarnos e incluso programarnos con espacios televisivos frívolos y sin sentido para que no pensemos y pareciera que aquellos en el poder prefieren que la población se convierta en analfabetas funcionales, pues así les resulta más fácil controlarla.
En este mundo acelerado y globalizado, con altos índices de depresión y de violencia, algunos medios de comunicación y algunos políticos en el poder nos quieren condicionar a pensar que nuestra felicidad está más cerca o centrada en el tener, que en el saber. Pero ahí se encuentra la clave, pues cuando compramos una joya, un auto, ropa y cualquier otro artículo, experimentamos una descarga de felicidad efímera, versus a la que sentimos cuando aprendemos algo nuevo, cuando adquirimos o incorporamos nuevo conocimiento.
Como lo hemos dicho en otras colaboraciones solamente pasamos por aquí y desde el primer momento en que tuvimos contacto con la naturaleza y con el cosmos, empezamos a adquirir conocimiento y si la vida nos ha enseñado algo o si hemos podido acumular gran cantidad de conocimiento, tal vez hemos podido también ofrecer un poco de conocimiento como lo hacemos día con día con el intercambio de bits y bytes de información.
Es así que pienso que el progreso de una sociedad, de una comunidad, se centra en la difusión y divulgación del conocimiento, en esas redes creativas que intercambian saber, y bits y bytes de información y claro, ese conocimiento siempre está sometido a prueba con el método científico, para ver si pasa la prueba y si no es así, entonces se genera nuevo conocimiento.
De todo lo anterior, sabemos que existe una dicotomía entre el tener y el saber, pero para ir develando el camino correcto, solamente debemos recordar el dicho siguiente: “el rey y el peón terminan en el mismo cajón” y esta simple oración nos simple para entender que no nos llevaremos nada cuando se apague nuestra existencia, pero sí podemos dejar un legado en relación a nuestra influencia con nuestro cercano o si se puede con un círculo mayor, mediante una evolución de memes, como lo ha comentado Richard Dawkins, ligados entonces a la divulgación científica y la aplicación de la ciencia con la tecnología.
La dicotomía entonces está entre el tener y el saber y cada uno de nosotros debe tomar conciencia sobre lo que es necesario tener o poseer, versus lo que es necesario saber; porque en ambas variables se puede tener una capacidad finita, pues no podemos poseer todo, pensando erróneamente que la felicidad se encuentra en comprar muchas cosas, versus el tener nuevo saber en nuestro cerebro, en nuestros disparos neuronales.
Pienso también que el dinero es obviamente importante y vital para tener una vida digna, pero pensemos que la riqueza reside en otro lado, en este caso en el saber, en la pasión por tener momentos creativos eureka y disparos neuronales creativos. Además el camino para que una sociedad, un estado, un país progresen, es a través de la educación, del conocimiento científico, en la aplicación de la tecnología, con patentes innovadoras ligadas al libre mercado y obviamente con el riego del beneficio hacia la economía de cierto país.
Así que una tarea sencilla para invitarlos a participar, ¿por qué no apagar la televisión, el celular, el iPad? Para de vez en cuando tomar un libro, una revista, sobre todo si se puede de divulgación científica y estimular un poco nuestras neuronas y los bits de información valiosa que guardemos en nuestro cerebro. Ahí está la tarea, pero la decisión es de usted…