Revista número 52, del 27 de abril al 10 de mayo de 2007, páginas 39 a 41
Isidor Isaac Rabi se preparaba para ir a la escuela. Parecía un día común; sin embargo, su madre había despertado en él un nuevo interés que lo motivaba a ir a sus clases y a ver la vida de manera diferente. La clave estaba encerrada en el cuestionamiento de las cosas, en razonar el conocimiento para entender el por qué.
En sus propias palabras comenta: “Mi Madre me hizo ser científico sin querer eso realmente. Cada madre judía en Brooklyn les preguntaba a sus hijos después de la escuela: ‘Entonces, ¿aprendiste algo hoy?’ Pero mi madre, Janet, decía: ‘¿Hiciste una buena pregunta hoy?’ Esa es la diferencia: hacer una buena pregunta, es lo que me hizo convertirme en científico”. Rabi posteriormente ganaría el Premio Nobel de Física en 1944, gracias a su método de resonancia para grabar las propiedades magnéticas del núcleo atómico.
SORPRENDENTE MAQUINA DE APRENDIZAJE
Al igual que en la situación del profesor Rabi, los jóvenes y en especial los niños son esponjas listas para absorber información en todo su entorno. La profesora Carla Shatz, del Departamento de neurobiología en la Escuela de Medicina de Harvard, nos dice que “el cerebro de un bebé es una sorprendente maquina de aprendizaje, la cual a su experiencia con el mundo, empezando desde el útero, ayuda a entonar y sincronizar sus circuitos neuronales”.
A su vez, la doctora neurocientifica Nancy C. Andreasen ejemplifica como el cerebro humano de un recién nacido tiene más conexiones sinápticas que el de un adulto: el doble en promedio. Sin embargo, al llegar a la etapa de máximo desarrollo, que se alcanza alrededor de los 20 años, nuestro cerebro se queda únicamente con las conexiones que se hayan desplegado en particular, en el normal proceso evolutivo; es decir, nos quedamos con las circunvoluciones con las que vamos a trabajar en nuestra tasa de operación neuronal. En resumidas cuentas, estamos hablando de que es más fácil aprender cuando se tiene una edad más joven que en una edad adulta, simplemente por las leyes de biología antes explicadas.
Es así como es importante definir, en un esquema de costo de oportunidad, el alimento que va a obtener el órgano rector del cuerpo humano: el cerebro, siempre en un marco ético de comportamiento y dando cabida al libre albedrio. Los padres, y por supuesto los maestros, deben dar opciones al alumno: no solamente una bifurcación de caminos, sino un arbusto de múltiples ramificaciones para que elijan el “maná” neuronal en forma de conocimiento.
EL TENER Y EL SABER
Sin embargo, aquí cabe señalar una variable clave que influye de manera directa en las decisiones que toman los estudiantes a la hora de elegir su profesión a futuro. Estamos hablando de cómo la sociedad crea, en una estrategia mercadológica, valores comerciales traducidos en ganar dinero simplemente, de modo que el tener es prioritario sobre el placer puro del saber. Recuerdo que mis maestros de la preparatoria y de la universidad me decían “primero busca quien eres y cuál es tu papel en el universo; busca el contenido para ganar prestigio, y el dinero vendrá de manera inmediata después, pero este ultimo nunca debe ser un fin”. Además, en la actualidad, los héroes de los niños y los jóvenes son personajes que viven en mundos irreales, similares al “país de las maravillas de Alicia”, como resulta claro al observar los programas televisivos en las tradicionales telenovelas. Es más fácil que la juventud quiera ser la nueva París Hilton, y vivir en el frenesí de los impulsos primitivos primarios, que por otro lado querer ser el nuevo Stephen Hawking, y realizar disparos neuronales y conexiones sinápticas mas frondosas y elaboradas para tratar de sobrevivir en la siguiente etapa económica-evolutiva de nuestra especie.
LA NUEVA ECONOMIA CREATIVA
Estamos hablando de la nueva “economía creativa”, descrita por el profesor en Economía, Richard Florida, al igual que por el ganador del premio Pulitzer , Thomas L.Friedman. Para ambos investigadores, los movimientos económicos se centran en los ejes o motores de innovación, mismos que han llevado el desarrollo de diversos países del orbe.
Los países líderes en el mercado serán aquellos que inviertan en su capital humano, pasando de la tradicional mano prensil a la tasa de procesamiento neuronal de los individuos, los cuales irán incorporando valor agregado a productos, servicios, desarrollos y diseños que impacten directamente el PIB de cada nación en particular.
Para Friedman, en el caso particular de los Estados Unidos, se ha detectado que existe una grave carencia de estudiantes interesados en las áreas de ciencia y matemáticas. Esta potencia mundial se encuentra en crisis para la producción de científicos e ingenieros que sean los artífices del futuro innovador y creativo de los estadounidenses.
EDUCACION LIGADA A LA CIENCIA
Para Florida, la educación ligada a la ciencia requiere trabajar sobre las tres “T” ligadas al principal motor de desarrollo de una región o localidad, que es la Universidad.
Son estas: Tolerancia, para que las universidades transformen el ambiente regional, y éste se encuentre abierto a nuevas ideas y diversidad; Talento, para que las universidades atraigan investigadores y estudiantes altamente educados y emprendedores; Tecnología, para que las universidades sean cuna de las invenciones y de desarrollos innovadores ligados a la industria.
Regresando con Friedman, para lograr el objetivo de disminuir la carencia de estudiantes en las áreas de ciencia y matemáticas, debemos pensar en elevar el Coeficiente de Inteligencia, mejor conocido como el IQ (Intelligence Quotient), al sumarle el Coeficiente de Curiosidad CQ (Curiosity Quotient) y el Coeficiente de Pasión PQ (Passion Quotient).
Como lo han dicho diferentes expertos en materia de la educación, cada uno de nosotros cuenta con una capacidad única e irrepetible en particular, y es por ello que debemos descubrirla de manera curiosa e inquisitiva, así como explotarla con pasión y devoción; pues es más productivo y valioso un alumno motivado por su amor al saber que por su obligación de sacar una calificación.
Además no debemos de mostrar miedo o aversión a uno de los lenguajes primordiales del universo, que es el de las matemáticas. Pues si quisiéramos obtener una posición de trabajo en una de las empresas más rentables y creativas de esta economía, como lo es Google, el tener un titulo en matemáticas garantizaría poder entrar a trabajar en las ecuaciones logarítmicas de búsqueda de este portal.
INDICE BOHEMIO
Retornando ahora con Florida, es importante agregar a las tres “T” el llamado Índice del Bohemio, que significa aquel coeficiente de bohemios que se encuentran en un área metropolitana. En este se deben incluir los diseñadores, músicos, compositores, actores, directores, pintores, intelectuales, escultores, artistas, fotógrafos, bailarines y cantantes. Estamos diciendo que en una educación integral para la ciencia es necesario que los programas de estudio incluyan la parte social, artística y cultural. Incluso lo menciona Daniel Pink, autor del libro Una nueva mente: Moviéndonos de la era de la informática a la era Conceptual donde se explica que las habilidades ya tradicionales de alta tecnología se les debe sumar el “alto concepto” y el “alto toque” en un esquema de crear y desarrollar conceptos artísticos y de belleza emocional.
Es así como una de las aseveraciones de Pink es que cuando un padre o madre nos dice que debemos estudiar y hacer lo que nos guste, en verdad no están dándonos por nuestro lado, sino que están ofreciéndonos una estrategia de supervivencia (al estilo “survival of the sexiest”) y lograr incorporarnos en la esta economía creativa orientada hacia la ciencia y la tecnología.
ESTUDIANTES CREATIVOS, LOS MEJORES
En este sentido, nos refuerza la idea otra vez de Friedman, cuando comenta se entrevista de G. Wayne Clough, presidente de Georgia Institute of Technology ,que nos habla de cómo, ante la escasez de estudiantes extraordinarios graduados con perfiles de ingenieros, científicos y emprendedores, se analizo que los mejores en estos ramos no eran únicamente los de mejores calificaciones, sino aquellos que sabían detectar el problema y darle una solución creativa. Además, para reforzar el pensamiento creativo, en los noventa, Clough modifico las políticas de admisión del Georgia Teach, para permitir la entrada de alumnos que quisieran ser científicos e ingenieros, que también tocaran algún instrumento, cantaran en algún coro o practicarán algún deporte.
También, según datos de 2004, que nos proporciona Friedman, obtenidos de Educaction Week, se menciona cómo el 65 por ciento de los estudiantes americanos con mejores resultados en matemáticas de alto nivel son inmigrantes. De ahí que no nos sorprenda cómo la India y China se están apoderando de la economía global, pues estos países invierten fuertemente en la educación de las ciencias y las matemáticas para crear ventajas competitivas en sus egresados.
INVERSION EN CIENCIA, TECNOLOGIA Y CAPITAL HUMANO
Si la economía más poderosa del mundo sufre con esta situación de no contar con los suficientes egresados en ingeniería y ciencias, ni tampoco contar con los de mejor nivel, no debe sorprendernos que perdamos competitividad como país, pues no invertimos lo suficiente en ciencia y tecnología, ni tampoco en nuestro capital humano. Para mi gusto, la estrategia imperante es primero lograr el “ocaso de los ídolos” actuales, recordando a Nietzsche, para darles el justo lugar que merecen, a todas aquellas personas creativas como ingenieros y científicos que transforman día con día nuestro ambiente y trabajan hombro a hombro con las personas relacionadas con las áreas sociales, culturales y artísticas, en beneficio del progreso de una comunidad de una localidad, de una región, de un país y al final del mundo entero.
Tomemos en consideración lo que aquí se describe y copiemos el modelo europeo que los hizo una comunidad rica: me refiero a la Unión Europea, en donde supieron la inversión en investigación científica y tecnológica dentro de un marco de comportamiento ligado al “aissez faire, laissez passer, (libre mercado) les indico el camino a seguir para el progreso. Además, cada ser humano que sabe cómo utilizar el cerebro y navega en los lenguajes científicos (como el de la vida y el de las matemáticas), sabe su posición en el complejo esquema del universo. Indirectamente entiende que todo el conocimiento se va componiendo de nuestro contacto directo con la naturaleza y que es simplemente una fotografía en un momento del tiempo, la cual será actualizada con un nuevo conocimiento.