Revista número 53, del 11 al 24 de mayo de 2007, páginas 43 a 45.
Reflejo de la memoria o disparo creativo
De entre cien mil millones de neuronas, es difícil diferenciar un disparo sináptico creativo, de otro que simplemente es un reflejo de la memoria cognitiva. La compresión de inteligencia como capacidad de dar soluciones a un problema especifico mediante el raciocinio, el pensamiento abstracto, el uso del lenguaje, así como nuestra capacidad extrasomática de dejar huella para que otros aprendan y también nosotros mismos aprender, resulta muy difícil de definir.
Pero es probable que, al navegar por el siguiente relato, podamos tener una mejor explicación. Me refiero en este caso a la vida de un célebre filósofo, matemático, historiador, economista y político británico; es decir, estamos hablando de John Stuart Mill (1806-1873).
La educación de Stuart Mill, a cargo de su padre James Mill (Filósofo e historiador británico), fue para algunos rigorista, impositiva y en algunos casos extrema; sin embargo, el padre de John buscaba demostrar cómo él podía crear un intelecto único, creativo e innovador. En síntesis, trabajaba bajo el método utilitario de Jeremy Bentham (jurista y filósofo británico), es estimular la mente de su hijo para convertirlo en un genio.
A LOS TRES AÑOS YA DOMINABA EL GRIEGO
Los resultados no se esperaron por mucho tiempo, ya que en su libro autobiográfico, Mill describe cómo, a los tres años de edad, ya dominaba el idioma griego, y gracias a esto pudo leer fabulas de Esopo en el idioma original. Para los ocho años de edad empezó a aprender latín, y enseñaba éste a sus hermanos pequeños, así como estudiaba la geometría euclidiana y el algebra.
También a esa edad leyó, como lo describe Dietrich Schawnitz en su libro de La Cultura, a Virgilio, Tito Livio, Ovidio, Terencio, Cicerón, Horacio, Salustio y Ático; sin embargo, tampoco perdía la pista de los clásicos griegos como por ejemplo Aristóteles, Demóstenes, Anacreonte, Dionisio entre otros.
INTERES POR LA HISTORIA
Uno de sus primordiales intereses era la historia; de ahí que hubiese leído Las Historias, de Herodoto. A su vez, le interesaba la historia inglesa, y también desarrollo escritos sobre la historia romana, particularmente de su constitución, según datos de Schawnitz.
Otro tema que le llamaba la atención era la economía política, por lo que, entre los diez y los 13 años, estudio un curso en esta área del conocimiento, y gracias a que su padre era amigo de los famosos economistas Adam Smith y David Ricardo, tuvo la esplendida oportunidad de leer sus obras y discernir sobre éstas. Schawnitz comenta que Stuart Mill encontraba los trabajos del padre de la Economía (Smith) como poco profundos.
Schawnitz sigue relatando, basado en la autobiografía de Mill, que cuando tuvo 14 años, se dedico a estudiar lógica, matemáticas, zoología y química. Era claro que contaba con una gran afinidad a las ciencias y para él era plena diversión aprender experimentando.
Ciertamente una mente brillante, Dietrich Schawnitz expresa textualmente la aseveración más fuerte de su capacidad mental: “Mill escribió uno de los primeros libros sobre el movimiento feminista, El sometimiento de las Mujeres (1869), lo que constituye otra prueba de la superioridad de la inteligencia”. Posiblemente este trabajo lo realizo gracias a la influencia de su esposa, Harriet Taylor.
COLAPSO NERVIOSO A LOS 21 AÑOS
No todo en la vida de este genio fue positivo, pues el esfuerzo y la excesiva carga de información y trabajo mental tuvieron un efecto directo en Mill, ya que existe un registro de que la edad de 21 años sufrió un colapso nervioso. Incluso este personaje expresa cómo perdió capacidades sociales naturales de relación, similares a otros niños o jóvenes de su edad, debido a encontrarse en otra sintonía mental.
Claramente el caso de Mill refleja un condicionamiento de sus conexiones neuronales, que proyectaban disparos creativos inteligentes.
Pero ahora vemos otro caso, en donde la clasificación cae en el rango de reflejos de la memoria cognitiva. Una mente genial, una mente fuera de serie, el uso supremo de la inteligencia que diversos científicos y prodigios han experimentado, suele ser un proceso cognitivo muy complicado y que muchas veces surge, de acuerdo con el doctor Ulrich Kraft, en personas afligidas que pierden el contacto o esquema tradicional social y que al parecer libera en ellos si inhibición, para permitir que salga su “momento Eureka”.
El cerebro compensa; es decir, la naturaleza o el conocido Blind Watchmaker, de Dawkins, trabaja como un mecanismo definido genéticamente (por los genes) y meméticamente (por los memes). Estamos hablando de que la carga de los genes y los memes define la capacidad de procesamiento neuronal y solución de problemas de un individuo en particular.
OTRO FAMOSO: KIM PEEK
Poniendo un caso de compensación cerebral, tenemos el caso del famoso Rain Man, película en la que Dustin Hoffman representa la vida de Kim Peek, a quien se cataloga no como un artista propiamente dicho, sino como un “Savant”, que viene del francés, y representa a aquel individuo que es versado en la literatura, las ciencias, las matemáticas o el arte y con una capacidad especial de aprendizaje. Pero, en este caso en particular, con problemas para realizar tareas simples y comunes.
Explicando en mejor forma, Kim Peek, según los doctores Treffert y Christensen, es capaz de decirnos en un par de segundos, en que día de la semana nacimos, con el simple hecho de que nosotros le proporcionemos el día, el mes y el año de nuestro nacimiento. A su vez, como lo describen estos doctores en su artículo Inside the Mind of a Savant, Kim tiene registrados más de doce mil libros en su mente, y los puede recitar de memoria palabra por palabra, sabiendo en que pagina exactamente se encuentra “x” o “y” fragmento en especifico.
Los doctores piensan que su capacidad de memorizar libros la adquirió desde los 18 meses, cuando se le leían libros.
También es capaz de identificar cualquier pieza musical clásica y decirnos el compositor, el año en que se compuso y estrenó. Conoce todos los códigos postales de Estados Unidos, y con darle nuestro nombre puede decirnos el código que tenemos en nuestra dirección. Gracias a esto pueden darnos direcciones tan precisas como si estuviéramos en Goggle Earth o cualquier motor de búsqueda.
Sin embargo, su compensación proviene de su falta de coordinación y movilidad, pues el amarrarse un zapato, hacer un nudo de corbata o cualquier otra actividad “cotidiana” puede convertirse en una tarea titánica para él.
VARIACIONES EN LA CLASIFICACION DE SU IQ
En estudios que se le han realizado, su clasificación de IQ, ha variado en rangos tan dispersos como ser clasificado en áreas del conocimiento como un genio superdotado, así como en otras como una persona retardada. Lo que si sabe fisiológicamente es que no cuenta con un “cuerpo calloso”, estructura que conecta al hemisferio derecho del cerebro con el izquierdo. Se cree que uno de los dos hemisferios no funciona correctamente, y es por ello que nunca sobresale en su capacidad matemática y de memoria contra su imposibilidad de abotonarse una camisa.
La clave puede encontrarse en la combinación del pensamiento convergente (búsqueda de una solución simple y lógica) y divergente (encontrar patrones no comunes e inusuales para un problema). Incluso el doctor Kraft hace mención de que nacemos como todos unos innovadores y creativos, bajo el simple hecho de que de niños somos capaces de transformar nuestro mundo con la imaginación en cada juego que realizamos, ocupando el pensamiento divergente. Sin embargo, al entrar en la escuela, el axioma y dogma de fe es resolver los problemas de forma ortodoxa, común y tradicional, situación que merma la inteligencia creativa. Para el doctor Kraft, el cerebro usa la plasticidad y es más fácil para éste órgano pensar tradicionalmente en la solución de problemas usando rutas neurálgicas establecidas y más económicas en uso de la energía, que por otro lado elaborar nuevos caminos neurales con soluciones no tradicionales.
A DESARROLLAR LA INTELIGENCIA
Es así como Kraft propone que, para encontrar y desarrollar la inteligencia, de deben romper las barreras tradicionales del ámbito social y cognitivo. A mi parecer, la inteligencia podría ser definida como aquella tasa de procesamiento neuronal asociada con la búsqueda de las mil y una posibilidades en la solución de un problema en particular, en donde la abstracción del pensamiento interviene con un papel muy singular, pues son representaciones mentales de nuestra interpretación del mundo.
Sin lugar a dudas, un reflejo de la memoria cognitiva no es propiamente un disparo creativo inteligente, pero diversos genios, como Da Vinci, Mozart, Dalí, entre muchos otros, nos han demostrado que gracias a salirse de las normas comunes de pensamiento, han logrado sobresalir con disparos creativos neuronales.
No pensemos linealmente, sino seamos creativos divergentes, pues al final de día, la distancia más corta entre dos puntos no es la línea recta, sino la curva, tomado en consideración que el espacio es curvo, según Einstein.