Rodrigo Soto Moreno
Para los mercadólogos, resulta vital que el cliente o consumidor reciba el mensaje adecuado mediante el canal correcto, sin embargo con la creciente globalización y la celeridad de la competitividad actual, es innegable que los seres humanos vivimos bombardeados de información, solamente al prender la televisión o abrir un periódico (ya sea impreso o por web), se abre un mundo de datos ante nosotros, lo que dificulta que la estrategia mercadológica funcione.
Dentro de este tenor, los especialistas en el mercado tratan de usar cualquier gama de herramientas que pueda conocer lo que está pensando cierto individuo, que es un cliente potencial, para invitarlo a adquirir algún producto o servicio determinado.
Una de los desarrollos tecnológicos de mayor crecimiento y que tal vez, puede darle a los mercadólogos información veraz y a tiempo real sobre los consumidores, es precisamente el famoso “twitter”. Sin embargo con el tumulto de datos que existen, es muy probable que al verlos en su totalidad, tengamos ante nosotros una maraña enredada de datos que parece no tener sentido. La clave radica, que dentro de todo ese ruido, seamos capaces de obtener algunos bits que nos permitan tener claridad en cuanto a lo que está en la mente del potencial cliente o consumidor.
En relación a lo anterior, Fracie Diep en su escrito “Parsing the Twitterverse” publicado en Scientific American, nos habla que ciertos investigadores han creado cuentas falsas (troles) en twitter, para tratar de comprender la condición humana, de acuerdo a su comportamiento dentro de esta red social. La importancia de este proyecto radica, como muchos saben, se encuentra en que dentro de twitter las personas expresan lo que se encuentran haciendo, pensando y sintiendo en determinado momento.
Pero no todo es tan sencillo, para científicos computacionales como James H. Martin de la Universidad de Colorado, se requiere desarrollar programas que puedan catalogar palabras dentro de las oraciones en los “tweets”, en verbos, sustantivos y objetos, para posteriormente determinar lo que cada “tweet” quiere decir en verdad. Este método se llama “procesamiento del lenguaje natural” y no es nuevo, pero sí su aplicación dentro del universo del twitter.
Un ejemplo de este tipo de software es el desarrollado en el Centro de Investigación XEROX en Palo Alto California. Este programa se basa en procesadores de texto, llamados “parsers”, mismos que pueden distinguir palabras, puntuación y estructura gramatical en un artículo noticioso, pero de igual forma les cuesta trabajo inferir lo mismo en un simple tweet.
No todo está perdido, pues en un trabajo de campo, se le presentaron una gran cantidad de tweets al software, pudiendo catalogar un 68% o 2,304 tweets correctamente, es decir, identificando lo que quería decir cada uno de estos.
Esta rama tecnológica es todavía muy nueva y se encuentra en la fase de experimentación, pero tiene potencial para convertirse en verdaderamente una herramienta que ayude a los mercadólogos y también a los economistas para analizar tendencias entre la población y observar tal vez, el poder adquisitivo, sus pasatiempos, lo que leen, los programas que miran, las películas que son de su agrado, su nivel socioeconómico, sus últimas compras, sus planes de viaje, sus frustraciones, sus alegrías, entre muchas cosas más. Pero la clave es, como lo dijimos, en desenmarañar el nudo de información y obtener del ruido los bits adecuados que nos den la oportunidad de determinar patrones y tendencias de un cliente o bien siendo optimistas, el de toda una economía en particular.
Gracias a aplicaciones como twitter, el poder del mercado está volviendo de nueva cuenta a donde debe residir: en el consumidor y puede ser que de esta forma se pueda valuar y obtener realmente la valía deseada de esta novedosa red social.
Para comprender mejor el mercado de las redes sociales, particularmente el de twitter y facebook, tenemos el siguiente escrito:
Tweet, ergo sum

