Todos formamos parte del “Urbanized” de Hustwit

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Recientemente fui invitado por Ambulante y mi amiga Indira Kempis, como moderador de una charla de expertos, en relación al video titulado: “Urbanized”, elaborado por Gary Hustwit. Lo anterior se llevó a cabo en la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Hablar del video sería más complejo de lo que este artículo pretende, pues se requiere un análisis profundo, así como de la participación de expertos en el tema, como es el caso de los panelistas de ese pequeño foro, que fueron María del Carmen Elosúa, Indira Kempis y Gabriel Todd. Pero sí me atrevo a realizar una especie de síntesis breve de lo expuesto por Hustwit, toda proporción guardada.

A mi parecer, una de las premisas básicas es que los ciudadanos deben recuperar el respeto a las ciudades, así como mantenerse en empatía hacia sus semejantes y otros seres vivos que cohabitan su ciudad. Para ello, se requiere que dentro de los proyectos urbanísticos que se desarrollen se incorpore a todos los ciudadanos, a todos los habitantes, pues vale lo mismo una persona como peatón, alguien con una bicicleta de 30 dólares, así como alguien con un auto de 300,000 dólares, todos somos iguales para la ciudad.

A partir de lo anterior, es importante que los desarrolladores urbanos comprendan que todos somos el mismo Homo Sapiens y para sentir la ciudad de nosotros, que formamos parte de ella y que la vamos trazando con nuestro andar, con nuestras propuestas, decisiones, estrategias, nos encaminamos hacia una relación simbiótica urbana y el medio ambiente. Desde este punto de vista la ciudad es el lugar en donde el uno se transforma en los todos.

Además, los ciudadanos debemos recordar que nuestras ciudades deben ser concebidas de forma atractiva en diferentes sentidos, ya que compiten con otras ciudades por el capital creativo y de conocimiento.

En este tenor, creo que es vital recuperar la cultura de la legalidad, sobre todo hablando del buen vecino. En donde nos tomamos el tiempo necesario para hablar con la persona que vive a nuestro lado con miras a fortalecer las relaciones humanas de la comunidad, evitando así la desorganización que en muchas ocasiones abre las puertas a la delincuencia.

Comentando más sobre lo dicho en el párrafo anterior, me gustaría exponer lo que encontré en el artículo de Adam Davies titulado: “Improving Street Walkability Reduces Crime” y publicado en el sitio: http://www.walkonomics.com

Dentro de ese escrito, como el nombre lo dice, la premisa central es que el aumentar los espacios para caminar en una ciudad contribuye de forma directa a eliminar el crimen dentro de la misma. Específicamente se menciona que en la ciudad de Rotterdam se utilizó el proyecto denominado: “The Neighbourhood takes Charge”, invitando a los ciudadanos a que hicieran una lista de las cosas necesarias para mejorar la seguridad en su comunidad y para sorpresa de los encuestadores, los resultados fueron los siguientes:

Limpiar las calles

Limpiar la suciedad de los perros

Reducir la velocidad de los automóviles

Buscando satisfacer a los ciudadanos, la policía de esa localidad, se dispuso inmediatamente a trabajar en esas variables, limpiando las calles, eliminando el grafiti, reduciendo la velocidad de los motociclistas y automovilistas. Después de 2 años de realizar estas labores, la policía revisó sus estadísticas y los resultados también fueron increíbles, pues se redujo el crimen en los siguientes números:

Crimen relacionado a drogas bajó en un 30%

Robo con violencia bajó en un 22%

El vandalismo bajó en un 31%

Las multas de tráfico bajaron en un 19%

La violencia bajó en un 8%

El robo sin violencia bajó un 11%

El escrito de Davies tiene relación en lo que hemos escrito sobre el tema de que “No debemos dejar ventas rotas”, publicado en el Ateneo de las Ideas (http://ateneodelasideas.com/?p=52) y nos muestra, de igual forma que en el documental de Urbanized, que debemos buscar la conectividad de las ciudades por medio de rutas que sean transitables por medio de bicicletas u otros medios de transporte, que no sean el auto, así como promover la cultura de caminar para disfrutar y maravillarse de lo que puede ofrecer la ciudad, promoviendo la relación entre cada uno de los miembros de la comunidad para poner “luz” en aquellos rincones “oscuros”, para dejar fuera al crimen.

Nunca es tarde, solamente es cuestión de organizarnos y trabajar, aunque sea, en nuestro pequeño campo de acción afectando a unos pocos, quienes por medio de una publicidad de boca en boca seguramente impregnarán a otros sobre los beneficios de abrazar a la ciudad para cuidarla y recuperarla.

Sería bueno poner en marcha lo descrito tanto en Urbanized y en Rotterdam, para después de un tiempo analizar si en verdad el no dejar esas “ventanas” rotas mejora la calidad de vida de una ciudad…vale la pena intentarlo.

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