Buscando la felicidad

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El dinero no compra la felicidad

Muchos hemos escuchado, dentro del argot popular, que el dinero no compra la felicidad, pero ¿qué sucede en la vida diaria? Por un lado tenemos que ciertamente las cosas materiales producen una felicidad efímera, pero tampoco son sinónimo de felicidad. Sin embargo, por otro lado sabemos que es muy probable que las personas con dinero tengan acceso a un mejor nivel de vida y esto puede derivar en felicidad.

De acuerdo al artículo en The Economist titulado: “The pursuit of happiness”, se nos dice que los economistas han estado trabajando por más de 70 años en medir el producto económico, particularmente en el ingreso o el PIB de un país y su efecto en la vida de cada individuo.

Estudio OCDE

En el mismo artículo se menciona que el 24 de mayo de 2011, la OCDE realizó un estudio en sus 34 países miembros, en donde se incluían 20 indicadores en 11 diferentes sectores que iban desde la satisfacción de vida hasta la contaminación del aire.

En resumidas cuentas se midió el PIB de cada país correlacionado con variables que se traducen en calidad de vida como el ingreso, el empleo, el gobierno, la educación, el medio ambiente, la salud, la seguridad, la sociedad, la vivienda, la calidad del trabajo, entre otras.

Resultados estudio OCDE

Los países que surgieron con mejor calificación, en ese estudio de la OCDE, fueron Canadá, Suecia, Australia, Dinamarca, Suiza, Finlandia, Islandia, al igual que Estados Unidos y Noruega, entre muchos otros.

Algunos de los peores países calificados en este tenor fueron Turquía, Estonia, Hungría y por supuesto Chile y México. Tal vez el dinero no puede comprar la felicidad, pero sí acerca a sus gestores a mejores niveles de calidad de vida.

Otro estudio

Sin embargo, en otro estudio publicado también dentro The Economist, en un artículo que se tituló: “Measures of well being”, se nos dice que una encuesta contradice lo que comúnmente pensamos sobre el ingreso y la felicidad.

La encuesta en cuestión fue llevada a cabo por Ipsos, en donde se trabajó con 19,000 adultos de 24 países. Los resultados arrojan que a pesar del pesimismo económico mundial, el mundo en general es un lugar más feliz actualmente, que cuando empezó la crisis económica.

Resultados del estudio de Ipsos

Pero después de hacer la aclaración anterior, el artículo en The Economist nos dice que podemos obtener dos conclusiones del estudio.

La primera es que los mercados emergentes en crecimiento no comparten el pesimismo de aquellos países ricos e industrializados. La segunda conclusión desafía la noción inferida del estado de ánimo de la humanidad.

Es decir, uno esperaría que la felicidad reportada por los individuos fuera alta en países con ingresos per cápita de 25,000 dólares al año o más, pero increíblemente las personas que reportaron mayor felicidad fueron de países como Indonesia, India y México. Por su parte los individuos de países ricos reportaron solamente un 28% en el rubro de felicidad.

Resumiendo y concluyendo

Tal vez entonces la felicidad no siempre se encuentra en las cosas materiales o exista felicidad, como dijimos, de forma efímera en el ingreso y en las cosas que poseemos.

Pero lo cierto es que los gobiernos, las empresas y nosotros como sociedad debemos trabajar para garantizar mejores niveles de calidad de vida.

Yo concuerdo en que el dinero no es la felicidad, pero sí contribuye  de forma positiva en la misma. Sin embargo mis mejores momentos de felicidad no los relaciono con cheques o con dinero, sino con esos momentos especiales que nos transportan más allá de la fría y sombría realidad que algunas veces vivimos y que nos alejan de nuestros infiernos mentales.

La mejor respuesta de la felicidad la tiene usted.

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